Decidí desconectar y poder centrarme en mí y pensar un poco en que es lo que tengo que hacer con mi desastre de vida, y pensando, me dí cuenta de que realmente me preocupo por cosas absurdas, que bueno, tengo que aprovechar cada momento de mi vida, que un bache es un bache, nada más, que eso no es el fin, ni mucho menos, solo es el principio de algo nuevo. Que en esta vida todo vale, y no se puede dar un paso hacia atrás, ni intentar subir dos escalones de una vez, y que si me caigo una vez, me levanto dos.
Me he dado cuenta de que los mejores momentos se componen de pequeñas cosas, que no es oro todo lo que reluce, y que quien avisa no es traidor, que quien poco te demuestra, es porque aun menos le importas. Tengo que aprender a vivir la vida, a ser libre, a disfrutar, a no tener miedo, porque todo tiene solución. A que tengo que mirar la vida desde una perspectiva mejor, a que tengo que disfrutar de cada segundo como si fuera el ultimo. No tengo que pensar en el futuro, de manera que cuando llegue me daré cuenta de lo que rápido que ha pasado el tiempo, pero cuando miré atrás, no me arrepentiré de nada.
Al final, te das cuenta de que la vida es muy corta, y que el tiempo pasa muy deprisa y nadie espera.
Y puedes vivir la vida de muchas maneras, pero vívela.